También es habitual que
se solicite este certificado de solidez o seguridad estructural en algunas
transacciones de compraventa inmobiliaria.
Es por ello que este tipo
de intervención se ha convertido en algo muy habitual en nuestro colectivo,
realizándose muy a menudo, sin que en algún caso se establezcan las
precauciones mínimas que este tipo de intervención requiere.
La casuística de la
solicitud de estos certificados es muy diversa y por lo tanto es habitual que
soliciten estos certificados de algún edificio que ha demostrado un buen
comportamiento estructural y el que no se observa ningún tipo de lesión o
proceso patológico que haga pensar en un mal comportamiento estructural y por
otra parte nos pueden solicitar este certificado en algunos casos donde exista
alguna sospecha de mal comportamiento estructural. Es por todo ello que es
difícil dar unos consejos generales de cómo actuar en cada caso y de poder
prever anticipadamente cuál será el presupuesto económico de los honorarios
profesionales por su emisión.
No obstante desde la
aprobación del Código Técnico de la Edificación, los técnicos tenemos a nuestra
disposición un procedimiento para realizar la evaluación estructural de los
edificios existente, en el Anexo D del Documento Básico SE de Seguridad
Estructural, que nos facilita en gran medida nuestro trabajo y que hay que
utilizar y aplicar.
Este procedimiento
distingue dos modelos de evaluación. Por un lado en los casos en que el
edificio ha mostrado un comportamiento satisfactorio en el pasado, establece un
modelo cualitativo, el cual
permitirá poder realizar un trabajo con unas garantías adecuadas al riesgo
inherente y con un menor coste económico de los honorarios profesionales del
técnico que realiza el certificado, respecto la evaluación cuantitativa, la cual será necesaria en el resto de los casos.
Evaluación cualitativa
Para poder realizar una
evaluación cualitativa, los edificios deben reunir las siguientes condiciones:
a) El edificio ha de haberse utilizado durante
un periodo de tiempo suficientemente largo sin que se hayan producido daños o
anomalías (desplazamientos, deformaciones, fisuras, corrosiones, etc ...)
b) Una inspección detallada que no revele
ningún tipo de indicio de daños o deterioro
c) La revisión del sistema constructivo
permita asegurar una transmisión adecuada de las fuerzas especialmente a través
de los detalles críticos.
d) Teniendo en cuenta el deterioro previsible
así como el programa de mantenimiento previsto se puede anticipar una
durabilidad adecuada
e) Durante un período de tiempo
suficientemente largo no deberán haberse producido cambios que puedan haber
incrementado las acciones sobre el edificio o haber afectado su durabilidad.
f) Durante el período de servicio restante no
se deberán prever cambios que puedan incrementar las acciones sobre el edificio
o afectar su durabilidad de manera significativa.
En todo caso se ha de tener
siempre presente que la evaluación cualitativa, es fruto de un reconocimiento
visual del edificio realizado por un experto. Es por ello que hay que dejar
constancia siempre que la certificación de la seguridad estructural es fruto de
un reconocimiento visual, la cual tiene unas limitaciones que debe saber y
aceptar el cliente.
Evaluación cuantitativa
La evaluación más
habitual de un edificio existente se deberá realizar normalmente, mediante una evaluación
cuantitativa de la capacidad portante, y en su caso, de la aptitud al servicio,
teniendo en cuenta los procesos de deterioro posibles de la estructura.
Para realizar esta
evaluación, se puede adoptar un procedimiento por fases, que tenga en cuenta
las condiciones actuales del edificio, definiendo cada una de las fases en
función de las circunstancias y condiciones específicas de las mismas tales
como la disponibilidad del proyecto original, la observación de daños
estructurales o en elementos no estructurales provocados por la estructura, el
uso del edificio, etc ...
En cada una de las fases
se incrementa la precisión de
las hipótesis para la evaluación, así como el grado de detalle de los métodos
de análisis respecto de la fase anterior.
Con carácter general el
Anexo D del Documento Básico SE de Seguridad Estructural del CTE, establece las
siguientes fases:
1 ª Fase: Evaluación
preliminar, que incluye en general:
- La recopilación y estudio de la documentación disponible y en su caso, el levantamiento de planos.
- Una inspección preliminar
- La elaboración de las bases para la evaluación
- La verificación preliminar de la capacidad portante y de la aptitud al servicio de los elementos estructurales principales.
2 ª Fase: Evaluación
detallada, que incluye en general:
- La determinación del estado del edificio mediante una inspección detallada, incluida la cuantificación de posibles daños.
- La actualización de la geometría y de los planos del edificio.
- La actualización de las características de los materiales
- La actualización de las acciones
- La actualización de las bases para la evaluación.
- EL análisis estructural
- La verificación de la capacidad portante y de la aptitud al servicio.
3 ª Fase: Evaluación
avanzada, que incluye en general:
- La determinación de las situaciones de dimensionado determinantes.
- La adquisición, en su caso, de más datos sobre las características de la estructura o de los materiales, o sobre las acciones
- La determinación de los modelos probabilísticos de las variables
- El análisis estructural.
- La verificación con métodos de seguridad...
Resultados de la evaluación
Finalmente y sea cual sea
el procedimiento adoptado para evaluar la seguridad de la estructura hay que
hacer un documento escrito en el que según el anexo D, del Documento Básico SE
de Seguridad Estructural del CTE, debería de disponer de los siguientes
apartados:
a) Objetivos de la
evaluación
Al inicio del encargo
profesional se ha de establecer claramente cuál es el objetivo de la evaluación
estructural y este hecho se debe de hacer constar en el documento que se
realice, sea un certificado o un dictamen de la evaluación estructural, ya que
no es lo mismo realizar un certificado de un edificio que no presenta ningún
tipo de problemática y que se requiere un certificado para un aspecto meramente
administrativo, que un edificio que presente problemas estructurales o que se
quiera modificar la actividad y por lo tanto se modifiquen las acciones del
mismo.
Esta diferencia es
similar a lo que ocurre en el sector médico, en el que por un lado se puede realizar
un reconocimiento médico ocular para obtener un certificado médico para
tramitar la obtención administrativa de un permiso de armas o de conducir, o
por otro lado se puede realizar un reconocimiento médico a un paciente antes de
una importante intervención quirúrgica, la cual será claramente mucho más amplia
y profunda.
Por lo tanto el objetivo
del certificado nos marcará en gran medida el tipo de análisis a realizar.
b) Descripción del
edificio y de sus elementos estructurales, síntomas y lesiones.
Como ocurre en el resto
de dictámenes de patología en la edificación, hay que dejar constancia de lo
observado en el edificio y hacer una descripción del edificio (tipo de
edificio, tipología, características, nº de plantas etc...), sus elementos
estructurales, (tipo de estructura, materiales, dimensiones, características) y
de su estado de conservación haciendo especial mención al análisis morfológico[1] de las lesiones observadas (Fisuras, grietas,
deformaciones, corrosiones, etc...)
c) Recopilación de la
información y adquisición de datos.
Un apartado importante de
este tipo de documentos, es la descripción de la información y datos
recopilados del edificio para hacer la evaluación del edificio.
Esta información es
especialmente importante en el caso de hacer un análisis cuantitativo, donde se
ha de especificar las acciones tenidas en cuenta en el edificio (peso propio
del techo, acciones gravitatorias[2], acción del viento[3], acción de la nieve, etc....), materiales utilizados (resistencia
característica del hormigón, módulo elástico del acero, etc...), dimensiones de
los elementos constructivos diseñados, tipo de elementos prefabricados, etc....
d) Documentación
recopilada y analizada
Otro dato importante es
analizar y dejar constancia del proyecto original desde un punto de vista
formal: dimensiones en planta, altura, nº de plantas y describir las posibles
modificaciones que se hayan realizado a lo largo de los años,
e) Objetivos y
planificación
Es aconsejable hacer una
descripción en el documento de la planificación de los trabajos planteados para
hacer la evaluación estructural en función de los objetivos previamente
planteados.
f) Realización de
inspecciones, calas y ensayos
Hay que dejar constancia siempre
de las inspecciones realizadas (donde se ha estado y que se ha visto), de las
calas realizadas y donde se han realizado, así como los ensayos realizados y en
qué lugar del edificio se han realizado: (carbonatación, corrosión, determinación del tipo de cemento, prueba de carga, etc...)
g) Resultados
En el caso de que se
hayan hecho ensayos es necesario presentar los resultados y los comentarlos al
respecto.
h) Análisis
El análisis estructural
es el apartado más importante desde un punto de vista técnico, ya que es donde
se expresará el criterio y el razonamiento técnico de la evaluación
estructural.
i) Verificación
En el apartado de
verificación hay que dejar constancia de las conclusiones del análisis
estructural realizado.
j) Diagnóstico
Finalmente hay emitir un
diagnóstico estableciendo si el comportamiento de la estructura es adecuado[4] o no, y en caso de que no lo sea establecer
el porqué.
De todas formas hay que
tener presente que existen varios tipos de diagnóstico. Los tipos de
diagnóstico dependen del objetivo del encargo y los más habituales son los
siguientes:
- Diagnóstico genérico. Es el tipo de diagnóstico que sirve para determinar si el edificio sufre o no un problema estructural y enjuicia la gravedad del problema.
- Diagnóstico nosológico. Es el diagnóstico que se centra en determinar de forma específica el proceso patológico o de mal comportamiento estructural que sufre el edificio.
- Diagnóstico etiológico. Es lo que determina de forma especifica la causa del problema estructural.
- Diagnóstico lesional o topográfico. Es lo que determina la localización e identificación de las lesiones estructurales que hay en el edificio objeto de estudio.
- Diagnóstico sintomático. Tiene por objeto identificar el proceso patológico mediante los síntomas de la patología que han desencadenado el problema estructural. Generalmente un síntoma aislado no da una indicación precisa del proceso, ya que puede ser propio de muchas de ellas
k) Opciones de
intervención
Cuando no pueda
demostrarse una seguridad estructural adecuada, se ha de realizar una
descripción de la propuesta de intervención que se considera necesaria:
reparación, refuerzo, consolidación, recalce, etc....
l) Recomendaciones.
En todos los casos hay
que establecer un plan o programa de inspecciones periódicas o de
mantenimiento, siendo especialmente importante en los casos de edificios
antiguos, construidos sin normativa técnica y en los casos que se haya
realizado un análisis cualitativo de la estructura, ya que en estos casos sólo
se ha emitido una opinión del estado de la estructura según unas observaciones
e inspecciones del edificio.
Como ejemplo siempre
suelo poner el mismo. Imaginemos un anciano de 80 años que se encuentra bien de
salud y que va al médico para que le certifique su estado de salud. El médico
le hará un reconocimiento y emitirá una opinión médica con una importante frecuencia
de inspecciones para ir controlando su buena salud. En cambio en el caso de un
joven deportista de 20 años, le podrá dar un grado de confianza mayor, por el
que le planificará una frecuencia de inspecciones más dilatado en el tiempo.
Este mismo criterio hay
que tenerlo en cuenta al emitir opiniones de edificios centenarios, los cuales
están construidos sin seguir una normativa o modelo matemático que podamos
analizar y en el que los materiales presentan un importante desgaste por el
paso de los años. Por el contrario el grado de fiabilidad es mucho mayor en los
edificios más reciente, donde tenemos datos de su análisis estructural que nos
permiten poder ajustar más bien el diagnóstico y por lo tanto se podrá
planificar un plan de mantenimiento con una frecuencia de inspecciones mucho mayor.
[1] Se llama análisis
morfológico a la parte de la patología que se ocupa de estudiar la forma y la estructura de las lesiones.
[2] Las acciones
gravitatorias son las cargas de los elementos constructivos y de las
sobrecargas que pueden actuar por razón de su uso en el edificio y de la nieve
en su cubierta. En ciertos casos puede ir acompañada de acciones por impactos o
vibraciones.
[3] La
acción del viento es la producida por las presiones y succiones que
origina los movimientos del aire sobre
las superficies del cerramiento de la fachada. La presión es la acción directa
del viento sobre la fachada. El viento actúa sobre toda la superficie del
cerramiento del edificio que a su vez
traslada la carga sobre la estructura. Esta sobrecarga del cerramiento es de
valor variable teniendo en cuenta que el viento puede actuar o no; no sopla
siempre con la misma intensidad y su velocidad es variable. La succión es la
acción que ejerce el viento cuando también actúa en la fachada posterior del
edificio produciendo un estirado. El valor de la succión es aproximadamente 1/3
de la presión ejercida. Por lo que respecta a las acción del viento la
ubicación geográfica juega un papel importante tanto como la altura del
edificio, también se ha de tener en cuenta los edificios colindantes que
protejan al edificio (situación normal) o si son edificios exentos (situación
expuesta), y por supuesto las velocidades que alcanza el viento habitualmente
en dicho emplazamiento. El efecto del viento es distinto en un edificio de
construcción cerrada o abierta. Si
tomamos el caso de una nave industrial con cubierta a dos aguas, dejando
puertas y ventanas abiertas, al actuar el viento, éste penetrará en el interior
del recinto pudiendo incluso hasta arrancar los faldones del techo.
[4] El
comportamiento estructural adecuado es el comportamiento de una
estructura y de las distintas partes que la componen, que no supone efectos
indebidos.